Qué es la santidad según la Biblia

By: Antonio Espinoza

Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo».

(1 Pedro 1:15-16)

Según la Biblia, la virtud tiene que ver con Dios y su obra en nosotros. ¡Dios es santo! Él es el único que es completamente puro, impecable, libre de culpa y libre de hombres. Nadie es como él.

Pero la virtud abarca también un aspecto esencial: Dios llama a sus hijos a ser santos. Quiere que sus hijos vivan vidas puras y honorables dedicadas a él. La vida diaria de aquellos que aman y sirven a Dios debe, por lo tanto, reflejar el carácter y el corazón del Padre. Este debe ser el caso en todo momento y en todo lo que se haga, como leemos en 1 Pedro 1:15–16:

Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.

(2 Timoteo 1:9)

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Algunas áreas para vivir en armonía:

Por un lado, los hijos de Dios ya son santos por su relación con Dios. En el mismo instante en que aceptaron a Jesús como su Señor y Salvador, Salvador y Salvador se convirtieron en hijos de Dios. Todos los eventos anteriores han pasado al pasado y ahora, gracias a la obra redentora de Cristo en la cruz, son santos, puros y libres de todo pecado. Ese es quien es.

Por otro lado, a los hijos de Dios se les insta a vivir una vida de santidad: "Sed santos" (1 Pedro 1:16). Esto significa que sus vidas deben demostrar que han elegido seguir a Jesús y le han permitido cambiar quiénes son. O de lo contrario, esa pureza será evidente en su comportamiento, sus palabras y sus acciones.

Sus acciones se verán afectadas por su piedad y su vida de devoción a Dios. Vivir en santidad impide hablar o actuar como quien rechaza a Dios. Vivir una vida santa es vivir la vida que Dios desea. Para ello es necesario tener una relación sólida con Dios, permaneciendo atento a su voz y obedeciéndole en todo. Todo lo que uno haga, diga o crea servirá como testimonio de esa vida santa.

Antes ofrecían ustedes los miembros de su cuerpo para servir a la impureza, que lleva más y más a la maldad; ofrézcanlos ahora para servir a la justicia que lleva a la santidad. Cuando ustedes eran esclavos del pecado, estaban libres del dominio de la justicia. ¿Qué fruto cosechaban entonces? ¡Cosas que ahora los avergüenzan y que conducen a la muerte! Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna.

(Romanos 6:19-22)

Ser amado por Dios y recibirlo como el Señor es una experiencia que cambia la vida. Dios nos libera de las garras del pecado; toda esa impureza se queda atrás. Comienza el proceso de transformación y purificación, que lleva al momento en que dejamos nuestro cuerpo físico y comenzamos a experimentar la vida eterna en toda su plenitud.

Iglesia de Cristo Bean Road, San Benito, Texas